El conflicto entre las nadadoras que ganaron medallas de oro en Egipto y la Conade, evidencia lo que afirmamos, y también indica la ausencia de una estrategia mínima de comunicación.
Ana Guevara, atleta que hoy dirige la Conade no sabe exponer el grave problema de corrupción que sucede entre entrenadores de varias disciplinas deportivas y las federaciones nacionales e internacionales, dónde no se comprueban y se pierden millones pesos.
Ahí está el obstáculo para que el gobierno federal entregue dinero para las competencias deportivas.
Es un desaseo administrativo que tiene más de 15 años, y hoy impacta negativamente a deportistas y a las autoridades actuales.
Pero los actuales también tienen responsabilidad. Pues no se sabe de reformas legales para poner orden. No se sabe de cambios al interior de la política deportiva federal. Los deportistas que aspiran a mejores niveles están a la deriva. No saben a dónde acudir, y lo que hay no sirve, porque queda claro que el gobierno federal, estatal, y municipal, no tienen algún acuerdo claro y básico para atenderlos. Y tampoco saben comunicar.
Así hay decenas de casos en todo el país, tanto en la academia como en el deporte, donde maestros y jóvenes venden de todo y piden a quien sea para poder pagar sus viajes para ir a competir.
México tiene talento deportivo y académico pero no tiene una política de apoyo clara, y lo poco que hay no sirve.