Este dicho común aplica para explicar la reacción, que la oposición tuvo la semana pasada, ante la estrategia de Morena, quién se adelantaba al proceso electoral en puerta.
Ante la estrategia de Morena para elegir “coordinador” o candidato rumbo al 2024, de inmediato se dejaron ver las críticas, en el sentido de las violaciones al INE, según voces defensoras del proyecto opositor Va Por México.
Luego del avance de “las Corcholatas” y la presión para la oposición por mostrarse pasiva y sin rumbo, finalmente salieron a flote y presentaron a la luz pública un esquema para elegir a su candidato, similar al de Morena.
Con esta medida, el PRI, PAN y PRD, así como el grupo de empresarios e intelectuales que fortalecen la oposición en contra de Andrés Manuel López Obrador o la 4T, responden con firmeza a quienes señalaban la falta de claridad y estrategia, de cara a las elecciones del próximo año.
Este mismo grupo y quienes exigían al INE actuar para frenar o sancionar a “las Corcholatas” ahora hace mutis y bajan su artillería, pues es obvio que optaron por equipararse al enemigo y actuar en parte como él. Por eso decimos que al no poder con el enemigo optaron por unirse, al menos en el modo de construir una estrategia parecida, en forma pero no de fondo.
Va por México decidió contemplar a 14 líderes de todos sus partidos para someterlos en una competencia interna, algo similar a la de Morena.
Habrá foros, donde pondrán a prueba la capacidad estadista de cada aspirante, luego habrá una encuesta y sondeos para elegir a los tres punteros. Una encuesta más ,y en septiembre próximo habrá candidato.
Es una buena noticia para los mexicanos, pues en un régimen democrático el juego y reglas políticas se complementan debido a que el tablero estaría completo y listo: por un lado Morena y por el otro Va Por México.
Los mexicanos tendríamos, en el mejor de los casos, dos grandes opciones: seguir el proyecto de Andrés Manuel López Obrador o regresar al estilo de gobierno del PRI o PAN.