Primer Año de Gobierno. Del Contraste a la Incertidumbre.

Hace un año Edgar Gonzalez, entonces secretario del ayuntamiento, fue llamado a poner orden en Mazatlán. Tomó protesta en el Congreso del Estado como alcalde.

Era una medida que tomaron los diputados y el gobierno estatal, cuyo fin era darle certeza política a Mazatlán.

Y se cumplió. Bastaron 50 días para sentir el gobierno de contrastes que había implementando el nuevo alcalde.

Los mazatlecos sintieron el cambio. Desde el municipio, el joven que había sido alcalde de su pueblo natal, Rosario, cumplía una agenda muy agresiva: desde las 5 horas hasta las 10 de la noche, cumplía con visitas y recorridos en colonias, con los trabajadores y en los pueblos.

Luego vino el programa de sustitución de luminarias, bajo un esquema donde el alcalde convocó a los empresarios. Y la mayoria participaron.

Pero la administración hizo lo suyo: licitó y adquirió 10 mil lámparas, cuidando las formas y la ley. Tambíen se adquirió maquinaria y equipo para servicios y obras públicas.

Más tarde vino la inversión de 50 millones de pesos en camiones recolectores de basura.

Edgar González no solo puso su mejor esfuerzo para hacer frente a las carencias que encontró al tomar las riendas del municipio, también logró la gobernabilidad en el cabildo.

Con él terminaron los escándalos y se abrió una etapa de trabajo. De unidad, incluso para enfrentar juntos el intento de la síndica Claudia Cárdenas en poner a uno de los suyos al frente del Órgano Interno de Control.

El problema mayor, donde Edgar Gonzalez no ha podido sobresalir es en el del drenaje. Pese a la millonaria inversión en reposición de cárcamos de bombeo de aguas negras, no se notan los avances. Quizá porque es obra enterrada, o porque el problema es enorme.

La sombra de una firma que permanece en el imaginario colectivo. La que se plasmó en el expediente de las famosas luminarias, es un fardo que sigue pensando.

Politicamente Edgar carga con la incertidumbre. Pues cuando debería ser el candidato natural para el proceso electoral venidero, no se ve claro si él pudiera ser presidente constitucional.

Ruben Rocha Moya, como jefe político de Morena, se ha convertido en un enigma difícil de entender. Sus señales son muy difusas; no se sabe en definitiva quién será el candidato o candidata a la alcaldía.

Esa es una Incertidumbre que también pesa en el alcalde que hoy ha rendido buenas cuentas a Mazatlán en su primer informe.