ESTATAL. El gobernador Rubén Rocha Moya aprovechó su mensaje al pueblo de Sinaloa con motivo del evento “2 Años Transformando Sinaloa”, para reiterar que la Universidad Autónoma de Sinaloa tiene en su persona a un gobernador amigo, también universitario de convicción y un rosalino de toda la vida, y por esa razón la apoyará siempre, y continuará como un defensor incansable de la comunidad universitaria, no de la universidad-partido, precisó.
Hizo hincapié en que Sinaloa lo sabe bien, que es y será siempre un universitario de convicción, pues se consideró un rosalino de toda la vida y para toda la vida, ya que se forjó en las luchas por la autonomía universitaria y la defensa de los derechos de los trabajadores académicos, quienes lo honraron haciéndolo primero su dirigente sindical y luego su rector.
“Decirles que uno de mis orgullos más arraigados y perdurables es haber sido profesor y rector de nuestra querida Universidad Autónoma de Sinaloa. Es por eso, que mi cariño y lealtad por la Universidad Autónoma de Sinaloa, mi alma máter, resiste cualquier prueba”, puntualizó.
“A esta Universidad, a la de los estudiantes, profesores, trabajadores, investigadores, promotores culturales y deportistas, o sea a la que abraza a los hijos del pueblo de Sinaloa, a esa UAS, seguiré apoyando siempre, y sin regateo alguno. No se preocupen, a ustedes les digo universitarios, que nadie deje de recibir sus percepciones, y mucho menos su aguinaldo. Que quede claro, le hablo a la comunidad universitaria, y no a la universidad-partido”, precisó.
En razón de ello, les dijo a con toda claridad a su comunidad universitaria, a sus estudiantes y profesores, a los investigadores y promotores culturales y deportivos, al personal administrativo y de intendencia, a todas y todos, que tienen en él a un gobernador amigo, a un gestor y defensor incansable de la universidad de los Buelna, de Eustaquio Buelna y Rafael Buelna.
Señaló que seguirá siendo un gestor para contribuir en su alta misión formadora de profesionales y de las necesidades y apoyos necesarios para cubrir los requerimientos de hoy y del futuro.
“En mí no caben la predisposición o mala fe con una institución que quiero y defiendo. Porque la universidad es santuario de nuestra cultura, casa del saber y esperanza de miles de jóvenes, palanca de la movilidad y el progreso social de los sinaloenses, una institución que debe encarnar los altos valores éticos de la defensa de la verdad, la rectitud, la decencia y la sabiduría. Estos valores guían a maestros y estudiantes, son la esencia de la reserva moral que hay en su comunidad académica”, dijo.
Se refirió a esa comunidad que aplica estos valores cotidianamente en sus aulas y centros de investigación y difusión cultural, sin exigir privilegios sino sólo derechos, una comunidad de estudiantes y trabajadores que no medra con el presupuesto, pero espera, como mínimo, justicia laboral y respeto a su dignidad.