La reciente visita de la virtual candidata del frente opositor trajo oxígeno al movimiento del PAN, PRI, PRD y grupos empresariales, pues revive las actividades y su imagen. También envío señales claras y positivas cuando se refiere a Héctor Melesio Cuén y el PAS.
Lo negativo, —pues nunca hay giras perfectas— a nuestro juicio, fue la presencia activa de sus acompañantes, quienes vinieran a disminuir la imagen y presencia de la candidata. Nos referimos a “Alito”, Marko Cortes y Jesús Zambrano.
Xóchitl vino a Sinaloa en un contexto donde una de las narrativas preponderantes es la baja en las encuestas y la poca ayuda que ella recibe de los partidos que la postulan.
Los actos en Los Mochis, donde se reunió con agricultores y con sectores populares, vino a disminuir ese discurso de derrota nacional y de cierta inmovilidad política.
Uno de los aciertos fue reconocer públicamente al líder del PAS, pues es muy probable que ella esté enteraada que con ese partido local logra una “aceitada” estructura electoral.
Lo hemos dicho en otras ocasiones: la estructura que lidera Cuén es bastante efectiva, y creo que envidiable. Ni el PAN o PRI, juntos tienen ese “ejercito” que está dispuesto a promover el voto casa por casa, crucero por crucero, o representar a la oposición en cada una de las casillas electorales.
Los pasistas son hombres y mujeres que acuden a las citas convocadas y cumplen con sus tareas. El liderazgo basado en recompensas que emplean en el PAS arroja resultados positivos, no tanto en el voto (ese sería tema aparte) pero sí en las actividades estructurales de las campañas, actividad importante en un proceso electoral como el que se viene.
Entonces Xochitl no se equivocó en abrir sus brazos a Cuén. Y es hasta un acto de justicia. Pues los dos eventos masivos y vistosos, el de Mazatlán en agosto del año pasado y el de hoy en Mochis, fueron vestidos con gente, mayoritariamente del PAS.
Lo que no es correcto, es la presencia activa de los líderes naciones. Pues si algo le pesa demasiado a Xochitl, son las marcas de sus partidos.
Mientras a Claudia Sheinbaum le conviene resaltar a su partido, Morena, a la candidata del frente le hacen daño sus partidos.
Venir a Sinaloa y que tanto Alito como Marko, vinieran a protagonizar los eventos, fue quitarle espacio a quien únicamente debe tener los reflectores.
A esto le debemos sumar el escándalo que recientemente protagonizó Marko Cortes al revelar el “ruin” acuerdo con Manolo Cárdenas en Coahuila.
Alito ya tiene una larga trayectoria de autoritario y antidemocráta en su partido. Del PRD ni hablar, acá no figura.
Para los mazatlecos, quedan las señales de que el frente o Xochitl se la jugará con Guillermo “Memo” Romero a la presidencia municipal, y con Juan Alfonso Mejía para el distrito uno federal.
Así queda claro que ésos son los personajes para el sur, sin dudas para que nadie “se haga bolas”.
En general Xochitl vino a proporcionar Oxígeno al frente y a enviar señales claras y positivas para su causa en Sinaloa.