60 mil Niños y Niñas Tienen pase Libre para el Gran Acuario.

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Esta semana se hizo el anuncio que sorprendió a varios, sobre todo a los niños que podrán visitar el acuario más grande de Latinoamérica. Gozar el espectáculo y aprender de la vida marina para cuidarla, son objetivos muy válidos y grandes.

60 mil niños de escasos recursos de colonias, invasiones, y pueblos de Mazatlán, Concordia, Rosario y Escuinapa, son los primeros que podrán recorrer el centro acuático y conocer la vida y fauna marina.

No solo podrán apreciar la magia y el espectáculo que ofrece el acuario más importante de México, si no que también podrán comprender la vida que ocurre en los océanos y sus peligros.

Apreciar las variedades de peces, o las enormes vitrinas, que es como estar en lo más profundo del mar, seguro que impresionará a miles de habitantes de zonas donde a veces no alcanza para la más mínima diversión.

El presidente municipal, Edgar Gonzalez, recordó que se ha dicho que con el nuevo acuario, estaría cancelado el acceso a personas de escasos recursos. Pero con este proyecto se comprueba que no es así: 60 mil niños podrán visitar el acuario, gracias al DIF de Mazatlán, a la Fundación Coppel, a la Organización Sucede, y al mismo Gran Acuario.

Eso pareciera ser una simple noticia, pero no lo es, si al menos a un niño o niña, se le alimenta el alma con la fantasía o impresiones que brinda este centro de atracción. Tan solo con eso valdría la pena.

Pero más aún, si tan sólo al 1 por ciento de los pequeños visitantes, adquieren conocimiento y conciencia del peligro que impacta a los océanos y a su fauna, la mala actitud humana y sus consecuencias, es más que suficiente el esfuerzo.

Los niños, por medio de Sucede, colectivo que se dedica a la protección y formación de conciencia sobre la vida marina, que logren distinguir los riesgos para la salud, que por ejemplo, implica comer carne de tortuga o caguama; capturar especies en peligro de extinción o en temporada de veda; no arrojar basura o entender el grave impacto de los desechos en el mar. Si esto se comprende, el esfuerzo logra mayor importancia.

Los 60 mil niños vendrán de las invasiones y colonias periféricas de Mazatlán. También vendrán de pueblos como La Petaca, o Santa Lucia en Concordia; de las Higueras, Plomosas o El Tierral en Rosario. También vendrán niños de La Campana, o Teacapán de Escuinapa.

Son 60 mil niños y niñas del extremo sur de Sinaloa. Que ya empezaron a visitar al Gran Acuario. Por cierto son más de 20 millones de pesos lo que deja de recibir la caja de este centro de atracción. No es una cifra menor. Pero sin duda es un gran esfuerzo para satisfacer a miles, que quizás transcurría su infancia sin poder acudir a este lugar por su propia posibilidad.

Hoy la fundación Coppel, Sucede, DIF Mazatlán y Gran Acuario, cumplen con uno de los compromisos de la empresa, al prometer mantener el vínculo con la ciudadanía local.

Así pues, la magia, el espectáculo y el aprendizaje marino, en uno de los centros de diversión más grandes de Latinoamérica, empezó a recibir a 60 mil niños. Eso es grande también.