Hace dos años, luego de la renuncia de Luis Guillermo Benitez Torres, el Congreso designó al entonces secretario del ayuntamiento, a Edgar González, como alcalde sustituto. Se buscaba estabilidad en un municipio de gran importancia para Sinaloa y para el nuevo gobierno que ya encabezaba Rubén Rocha Moya. El ex alcalde de Rosario no sólo logró estabilidad para Mazatlán, también le dio obras y pudo contrastar muy rápido su gobierno del anterior. Aplicó su experiencia y acumuló un capital político que seguramente hará valer cuando los tiempos y las nuevas oligarquías políticas lo permitan.
Al margen de la polémica en que llegó el nuevo alcalde, en medio de señalamientos de traiciones y desgobierno donde lamentablemente se involucró al “Químico”, Edgar llegó y aplicó un fuerte dinamismo al encargo del gobernador, y cumplió.
“Pues vengo a cumplir el encargo del gobernador” nos dijo al aire en “Duro y Macizo” que dirige la colega Adriana Angulo. Y al paso del tiempo el joven alcalde tenía tres, y después 5 acciones de gobierno dignas de publicar y alabar. Parecía que el tiempo corría en su contra, y él buscaba correr. Muchas obras, muchas inauguraciones
Lo dijimos en una mesa de análisis: Edgar trae un gran dinamismo de gobierno, pero no así una política de comunicación que lo coloque en una vitrina de valor político. Ese fue un error, o un detalle que Edgar dejó correr.
Quizás sabía que por más esfuerzo que hiciera las decisiones para ser candidato no estaban a su favor. Y entonces para qué desgastarse.
Hay que decirlo, Edgar González tiene una larga experiencia en el ejercicio público. Fue alcalde de su tierra natal, Rosario, Sinaloa; también fue diputado. Y de la mano de su gran amigo Joel Hernández, funcionario público, por más de 20 años, en varias áreas.
Como universitario, Edgar destacó, primero como estudiante de dos carreras, Comunicación y Economía, en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Ahí fue consejero universitario, y defendió las causas estudiantiles, a tal grado de ser parte del grupo de estudiantes que tomaron camiones de trasporte urbano y “quemaran” algunos, cuya demanda fue bajar el precio de boleto para estudiantes, cosa que se cumplió. Era la mitad de la década del 90. Donde conocimos al joven luchador social.
Entonces, la experiencia es basta, por eso la manera de hacer un gobierno muy dinámico, de mucho contacto con medios de comunicación. Pero lo más importante, de mucha Obra.
120 millones para eficientar los servicios públicos. Colocar más de 21 mil nuevas luminarias en 104 colonias y pueblos; además de poner en marcha 22 nuevos camiones recolectores de basura, e invertir casi 150 millones de pesos en cárcamos de conducción de drenaje, invertir más de 706 millones de pesos en diversas obras, son solo un ejemplo del trabajo del joven universitario, amigo del gobernador, que vino a dar estabilidad gubernamental a Mazatlán y hacer obras.
Edgar se va a formar parte del gobierno estatal, pero deja guardado un gran trabajo político que seguramente habrá de hacer valer, cuando las oligarquías y los tiempos lo permitan.
