Un viaje sinfónico por las emociones del cine
La magia del cine encontró su reflejo más sublime en la música durante las funciones de Cinema Peralta, una producción del Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán que envolvió el Teatro Ángela Peralta los días 21 y 22 de mayo.
En la Temporada Primavera 2025 la Camerata Mazatlán, bajo la impecable dirección del maestro Sergio Freeman, ofreció este jueves su último recorrido sinfónico por algunas de las bandas sonoras más memorables de la historia del séptimo arte, mientras en pantalla se proyectaban escenas emblemáticas de cada filme.
La función nocturna comenzó con la Fanfarria de 20th Century Fox, que abrió con solemnidad una velada cargada de emociones. Las aventuras sonoras de Indiana Jones y Jurassic Park hicieron vibrar a la audiencia con la fuerza de sus cuerdas y metales; la intensidad de Misión Imposible desafió el ritmo cardíaco del público, mientras que Cinema Paradiso aportó una pausa nostálgica con sus notas cargadas de ternura.
En esta producción cada músico en escena tejió su papel con la misma entrega que un actor en pantalla. Nina Farvarshchuk, al frente del concertino, fue la voz melódica que guiaba las emociones; las secciones de violines, violas y violoncellos, interpretadas por artistas como Arturo Romero, Alain Valencia, Víctor A. Osuna y Orlando Idrovo, crearon las atmósferas profundas que identificamos con películas como ET, El Rey León y Frozen. En los vientos, el oboe de Irvin Calderón y la flauta de Frida Fernández capturaron la inocencia y la esperanza de historias como La Bella y la Bestia o Coco.
Los metales, potentes y heroicos, fueron fundamentales: los trombones de Juan Carlos Chavarría, la tuba de Edgar Rubio, y las trompetas de Jorge Mejía y Alberto Sánchez dieron cuerpo a los temas de Superman y Avengers, mientras los cornos de Julián Vidal y Ricardo López evocaban los paisajes épicos de Harry Potter y El Señor de los Anillos. La percusión, comandada por Max Carreón y Javier Brito, aportó dramatismo y fuerza en momentos clave, haciendo vibrar el teatro con precisión cinematográfica.
La Camerata Mazatlán no sólo interpretó música, sino que narró historias. Historias que generaciones enteras han heredado, como un legado emocional que se transmite a través de una melodía.
El cierre fue apoteósico: a petición del público, Star Wars fue interpretado como encore. Y con ello, cada asistente regresó a casa con una melodía filmada en la mente, una escena sonorizada por la Camerata Mazatlán donde la música no fue un complemento, sino el protagonista.
Como diría el legendario John Williams, al recibir su Oscar por E.T.: “La música es el alma de una película. Cuando el alma está viva, la historia puede volar.”
Así voló Cinema Peralta. Y con él, todos nosotros.
