Ayer la nota era que en el Frente Amplio por México (FAM) están resolviendo su proceso de selección de candidato con alto grado de civilidad e institucionalidad. Hoy contrasta la nota Marcelo Ebrard, “Corcholata” que le mete ruido al proceso con el probable rompimiento interno.
Mientras en FAM Enrique de la Madrid es aplaudido por su disciplina al quedar fuera de la contienda; en Morena, Marcelo, sorprende con un ataque directo hacia Claudia Sheinbaum, y a la dirigencia a cargo de Mario Delgado.
Era de esperarse, que en la recta final de las campañas internas, se presentara esta rispidez. La primera lectura es que el ataque a Sheinbaum significa que ella va a la cabeza y Marcelo lo entiende. De ahí la decisión de lanzar el dardo de manera directa. La segunda lectura es que Marcelo va muy cerca y tiene posibilidades reales para ganar las encuestas. Y es necesario acelerar el paso.
La tercera apreciación puede ser una mera estrategia mediática, que permite que el nombre de Marcelo Ebrard suene y se hable de él. En el Marketing Político esto es lo ideal.
Pero también es obvia la interpretación de muchos, sobre todo de quienes no coinciden con el proyecto de la cuarta transformación, en el sentido de afirmar que Marcelo Ebrard tiene un pie fuera de Morena, y la puerta abierta en Movimiento Ciudadano.
Para esto y más da el golpe mediático que ha dado Marcelo. Yo creo que se trata de una estrategia mediática, y muy inteligente.
En el FAM la sorpresa es que los resultados de encuestas ofrecidas ahí, colocan a Xóchitl Gálvez apenas con 12 puntos de diferencia contra Beatriz Paredes Rangel.
Este número ha desatado una serie de comentarios en el sentido de que Xóchitl se ha “desinflado”, pues todo mundo esperaba una ventaja de Xóchitl al tamaño de su campaña.
Los jaloneos y acciones de los integrantes de ambos bandos están a la orden del día, pues estamos a 15 días de conocer los primeros resultados que indicarán si es Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard, quiénes ganen las internas de cada partido.