Tuvieron que pasar muchos años; larga espera para miles de productores temporaleros que veían en el río Presidio la oportunidad para trabajar la tierra, como lo hacían en el centro y norte de Sinaloa.
Muchos murieron con ese gran anhelo; otros nacieron y entendieron que sólo con la voluntad de los tres niveles de gobierno podría concretarse una presa que diera agua a miles de hectáreas de tierra de Mazatlán, Concordia, Rosario y Escuinapa.
El proyecto inició en 2007, y desde hace 15 años el embalse quedó listo. Desde el 2009 la presa atrapó el agua del río Presidio, pero su agua ni llegó a la ciudad, como se había previsto, menos al campo. Ayer por fin llegó a 16 ejidos del “sur sur”.
Por esfuerzos de otros gobiernos fue como llegó el agua a los hogares de Mazatlán. Pero no a Concordia. Fue un error.
A la llegada de Andrés Manuel López Obrador, hubo también la voluntad para revivir ese anhelado proyecto de hacer producir las tierras del sur sur, es decir de los municipios olvidados por siempre: el sur de Mazatlán, Concordia, Rosario y Escuinapa.
Así reinició la obra de la Picachos para dotar agua a las milenarias tierras que no producen ni en temporada de lluvias. Así reinició el proyecto de la presa Santa María en Rosario.
Este año por fin llegó al agua a los hogares de Concordia, con la construcción y funcionamiento del acueducto desde la Picachos. Se corrigió el error.
Ayer fue un hito en la historia. Terminó la obra del sistema de riego para 22 mil 500 hectáreas. Con una inversión de 5 mil 400 millones de pesos, las tierras de mas de 3 mil productores están listas para producir maíz, frijol, hortalizas y legumbres.
Se cumplió el sueño de miles de hombres y mujeres que aspiraban a tener agua del río para poder sembrar y parecerse a la agente de Elota, de Culiacán o de Guasave. Querían ser productores como ellos, pero muchos murieron en la espera. Ayer miles de nuevas generaciones de Productores del sur sur vieron en puerta la oportunidad de lograr poner sus tierras a producir alimentos y riqueza.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, la presidenta electa Claudia Sheinbaum, y el gobernador Rubén Rocha Moya, llevaron la buena noticia: el sur está listo.
El agua del Río Presidio, atrapada en la Picachos, ya fluye por miles de kilómetros de canales y tuberías para irrigar 22 mil 500 hectárea que permanecían casi muertas.
No hay fecha que no llegue ni Plazo que no se cumpla. Mazatlán, Concordia, Rosario, —y en unos días más Escuinapa— el gobierno hoy les hace Justicia.
